Te juro que me quedé helado!», decía Martín Pastor mientras señalaba la imagen que captó el domingo pasado, en Calingasta. Contaba que le pareció extraña la forma de la Luna que recién estaba saliendo, por eso empezó a fotografiarla. Y que, al cabo de un rato, pudo ver cómo un triángulo conformado por 3 vértices circulares y luminosos se superponía a ella. Pero, al alejarse del resplandor de la Luna, se hizo invisible. «Para mí era un ovni», aseguró.
Las imágenes de objetos extraños que recorren el cielo siguen captando la atención en el mundo. El caso del fotógrafo santafesino que tomó imágenes de lo que, creía, era un ovni y dijo que la autenticidad de la foto había sido confirmada por la NASA, hizo furor en todos los medios. Eso, a pesar de que el organismo estadounidense negó haber analizado la fotografía. A su vez, el video de un supuesto extraterrestre que cayó en Rusia se transformó en uno de los más vistos en Internet. Y en todo el mundo resonó la noticia del documento del FBI que fue desclasificado y confirmó que en 1947 encontraron en Roswell 3 naves con cuerpos extraterrestres.
San Juan no queda ajena a la captura de imágenes consideradas ovnis por sus autores. En los menos de 4 meses que lleva el 2011, se habían acercado a este diario 3 lectores con fotografías de objetos extraños. Ahora apareció el cuarto.
Según comentó Martín Pastor, que vive en Rawson, el domingo pasado fue a Calingasta con un grupo de amigos a correr carreras de autos. Al atardecer, cuando volvían por la ruta 436, la camioneta se quedó. Y terminaron varados entre las montañas.
«Soy de los que andan todo el tiempo con la cámara en la mano. Siempre pensé que iba a encontrar algo así», contó Martín. Y agregó que «la Luna estaba saliendo y comenzó a deformarse. Me di cuenta de que un objeto luminoso pasó adelante de ella y, después, se perdió». En la foto se puede ver el momento en que el objeto está sobre la Luna y parte de sus bordes se pierde tras las montañas.
Después, la Luna volvió a la normalidad. Pero, alrededor de las 21, su amigo le dijo: «¡Mirá, mirá!». Martín alzó la cámara nuevamente. Esa vez, para fotografiar un objeto circular que se movía en el cielo, muy cerca de la tierra. Pero luego también desapareció.
Tras su vivencia, Martín admite que, además de emoción, sintió miedo. «Mientras esperábamos que llegara la gente del taller nos subimos a la camioneta, puse el seguro de las puertas y me quedé apuntando con la cámara para afuera, por las dudas», contó entre risas.
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